domingo, 25 de septiembre de 2005

Como antes...

Ayer sentí nostalgia... de esa que nos hace un nudo en la garganta. De esa que se nos presenta con sólo salir y sentir cierto olor, claridad o sonido...
Recordé mi infancia y claramente llegaron a mi cabeza imágenes de la casa en la que nací y crecí. Imágenes de hojas de árboles y olor de lápices de colores nuevos. Del color de las baldosas de la mampara y el pasillo y del cuadro de la última cena que decoraba espantosamente el mismo y que mi abuela cuidaba con recelo. Recordé las navidades y los años nuevos, los cumpleaños y los funerales; incluso las revistas con nidos de araña que compraba en la esquina. Recordé los avisos de Fla-Vor-Aid y el llamado del "afilador" que hacía con el soplar de su [des]armónica salir a todas las vecinas con cuchillos y tijeras a su encuentro. Recuerdo los helados Fredo y el Batido de Soprole (que no era yoghurt). También cuando mi mamá me paseaba alrededor de la cuadra en mi primera bicicleta y los patines que se extendían según el calzado.
Recuerdo que era feliz y lloré.



...y todo por salir de la oficina y oler las flores... maldita primavera!