viernes, 30 de septiembre de 2005

Habemus Tecladista (aplausos, aplausos)

Felices todos por la "nueva adquisición" de la banda. Un jovencillo talentoso que promete ser un gran aporte.
Muchos se preguntarán: ¿qué fue del anterior músico de nuestra cofradía, ese que arrancaba dulces melodías de los eléctricos clavecines imperiales? Pues don VladiMir en un acto de completa entrega y fidelidad corre tras su amada consorte alejándose del castillo hacia los límites de Otraterr (buena suerte, VladiMir, esperamos tenerte en nuestra morada como en los viejos tiempos).
Bueno, como siempre, Cronos dirá....

domingo, 25 de septiembre de 2005

Como antes...

Ayer sentí nostalgia... de esa que nos hace un nudo en la garganta. De esa que se nos presenta con sólo salir y sentir cierto olor, claridad o sonido...
Recordé mi infancia y claramente llegaron a mi cabeza imágenes de la casa en la que nací y crecí. Imágenes de hojas de árboles y olor de lápices de colores nuevos. Del color de las baldosas de la mampara y el pasillo y del cuadro de la última cena que decoraba espantosamente el mismo y que mi abuela cuidaba con recelo. Recordé las navidades y los años nuevos, los cumpleaños y los funerales; incluso las revistas con nidos de araña que compraba en la esquina. Recordé los avisos de Fla-Vor-Aid y el llamado del "afilador" que hacía con el soplar de su [des]armónica salir a todas las vecinas con cuchillos y tijeras a su encuentro. Recuerdo los helados Fredo y el Batido de Soprole (que no era yoghurt). También cuando mi mamá me paseaba alrededor de la cuadra en mi primera bicicleta y los patines que se extendían según el calzado.
Recuerdo que era feliz y lloré.



...y todo por salir de la oficina y oler las flores... maldita primavera!